Durante la reunión hemos tratado dos temas de suma importancia: “La Muerte y la Resurrección” y “El Milenio y el fin del pecado”. Quiero mencionar en este momento dos pasajes de la Biblia que son contundentes en el tema de “La Muerte y la Resurrección”. El primero es Eclesiastés 9:5,6 “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.” Y el segundo es Deuteronomio 18:9-14 que dice: “Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios”. Si los muertos se pueden comunicar con los vivos, como afirman algunos, ¿Por qué la Biblia dice lo contrario al decir que no participan de lo que se hace debajo del sol?, además Dios le prohibió a su pueblo en la antigüedad practicar el espiritismo en cualquiera de sus formas. Hacemos bien siempre que seguimos atentamente los consejos sagrados de la Sagrada Escritura.
Solo me resta una pregunta ¿Por qué se aglomera la gente?...Pues porque es la hora de la comida del sábado, y estamos esperando que nos sirvan.
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